A finales del pasado mes de septiembre, el gigante de las redes sociales Meta celebró el evento Meta Connect 2023. Con motivo de esta celebración, la palabra “metaverso” volvió a ser noticia en los medios de comunicación y en las redes sociales. Tras unos meses en los que la inteligencia artificial y el ChatGPT habían sido los protagonistas absolutos en todos los foros, podía parecer que el metaverso había perdido fuelle.
Pero, ¿realmente había quedado relegada a un segundo plano? Sospechamos que no. Mark Zuckerberg ha revisitado su particular visión del metaverso, que desveló por primera vez al mundo en 2021, cuando también presentó META, y la ha vuelto a poner en primera plana.
El estudio de Bain & Company del pasado agosto también predice un futuro sólido para el metaverso. En el estudio titulado “Taking the Hyperbole Out of the Metaverse”, se afirma audazmente que “el metaverso no está muerto (…) podría alcanzar un tamaño de mercado de entre 700.000 y 900.000 millones de dólares en 2030”.
Hoy vamos a reconectar con esta tecnología y a conocerla un poco mejor.
¿De qué se trata?
El término “metaverso” procede de la pluma de Neal Stephenson, que lo utilizó por primera vez en su novela ciberpunk “Snow Crash” (1992). Pero ya no es un término perdido en la oscura sección de ciencia ficción de una librería. Ahora es una realidad.
El metaverso es un conjunto de tecnologías que convergen en la digitalización de la realidad, creando mundos virtuales que hacen sentir al usuario que está realmente dentro de ellos. No pretende ser un mundo de fantasía, sino una especie de realidad alternativa. Se puede acceder a esta red de mundos virtuales interconectados a través de diversos dispositivos, no sólo mediante gafas de realidad virtual, sino también a través de sistemas de realidad aumentada, teléfonos móviles y ordenadores.
Características
Las principales características que definen el metaverso son las siguientes:
- Inmersiva: Lo que la define es la representación tridimensional y el acceso a través de gafas de realidad virtual, mixta y aumentada, sumergiendo al usuario en este mundo paralelo.
- Interconectado: A pesar de que en su desarrollo participan numerosas empresas, el objetivo es disponer de normas de interoperabilidad que permitan a los usuarios pasar de un mundo a otro.
- Persistente: El metaverso sigue funcionando aunque el usuario no esté conectado. Es un entorno vivo e independiente en el que la vida continúa independientemente de las horas de conexión del usuario.
- En tiempo real: El metaverso funciona como un mundo paralelo. Esto significa que las personas pueden interactuar entre sí en tiempo real. Los usuarios reaccionan ante el entorno virtual como lo harían en el mundo físico.
- Economía autónoma: El metaverso genera su propia economía. Esto significa que la gente puede trabajar en este mundo virtual, comprar y vender productos o servicios. Las marcas ya están estableciendo su presencia en el metaverso para atraer a un público más joven. La tecnología Blockchain desempeña aquí un papel crucial, al permitir la trazabilidad y la propiedad de los activos.
- Sin límites: El metaverso no tiene límites. ¿Hay un número predeterminado de usuarios, experiencias o mundos? La respuesta es no. Hasta la fecha, el metaverso no tiene límites en cuanto a experiencias o usuarios.
¿Qué podemos hacer en el metaverso?
En realidad, las posibilidades que ofrece esta tecnología son ilimitadas. A medida que avanzamos, surgen más oportunidades.
Su uso actual se extiende a diversos campos:
- Videojuegos: Ya existen plataformas con millones de juegos creados y comercializados por los usuarios, que son una manifestación del metaverso, como se ve en Roblox. Sin duda, todo apunta a que el componente de juego desempeñará un papel crucial en estos nuevos mundos.
- Cultura: Además de comprar y exponer arte, el metaverso también acoge conciertos y otros eventos culturales.
- Herramienta de trabajo: Reuniones virtuales, creación de espacios de trabajo, atención al cliente y presentación de productos de forma diferente. El trabajo de Microsoft con su plataforma de realidad mixta, Mesh, va en esa dirección.
- Industria: Los gemelos digitales o recreaciones virtuales de entornos e infraestructuras son otro aspecto importante de esta tecnología. La idea es que los trabajadores puedan utilizar cascos de realidad virtual para inspeccionar los entornos e interactuar con ellos. También se considera una herramienta de formación.
- Economía: El metaverso también se considera un mundo especulativo en el que se pueden inventar, construir o reproducir realidades para socializar, comprar y trabajar.
Ya hay empresas que utilizan el metaverso para simular pruebas de concepto y resistencia de productos (como BMW), mejorar la seguridad en entornos extremos (Iberdrola) o en sanidad (cirujanos virtuales).
Para comprender hasta dónde llegará el metaverso, aún quedan muchas incertidumbres por resolver, y será necesario investigar en diversas áreas del conocimiento, como el derecho y las ciencias políticas, el arte y las humanidades, la economía y la empresa, las ciencias de la salud, las competencias digitales, la planificación urbana, la informática, los multimedia, la comunicación y la educación, entre otras.